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jueves, 10 de octubre de 2013

Preñada y empeñada en el parto natural

Ayer estaba en la cola del supermercado y pase la vergüenza del siglo... mientras jugaba a adivinar qué caja era más amplia, toda una bandada femenina de curiosas de distintas generaciones (al parecer de la misma familia) se acercaba rápidamente a la limusina (dícese del carrito gemelar) para provocar el caos en unos instantes...

mientras se removían entre los típicos comentarios de "oiii, que bonicos!!" " míralos, uno dormido y el otro despierto" , "el que está despierto es más espabilado" etc, etc... y yo con esa sonrisa permanente de madre buena.
Una joven con un carrito "normal" (un sólo niño) GRITA (literalmente): ha sido cesárea, ¿no?!!!
Ahí está la cuestión. me remonté a mi primer pensamiento de terror hacia el parto que se instaló en mi cabeza, fue el día de la noticia múltiple, aquello primero que dije fué: "a mí que me duerman, me rajen y que no me entere de nada"....
¿Por qué cambiamos de opinión? ¿Cual es el proceso hormonal que provoca ese efecto de querer parir naturalmente? ¿Por qué si no parimos de forma natural nos sentimos menos completas?....
Entiendo esa situación de desamparo de muchas madres deprimidas por la cesaria, comprendo su tristeza pero es obvio que el problema no está en nuestras manos. No es facil que hoy en día se alineen los planetas para que todo ocurra como en mi parto ocurrió, fui una afortunada de la suerte y soy consciente de ello... pero normalmente no es así...
el próximo día en la cola del supermercado... una historia nueva.


De repente escuché una voz, una voz que descolocó todos mis sentidos, la cual provocó el giro de todos los rostros allí presentes (salida 1 de Mercadona, 6 cajas abiertas)

mi respuesta, casi instantánea, orgullosa pero a la vez tímida fue: no, ha sido parto natural... pude escuchar el sonido de admiración (¡¡¡¡¡!!!!!) de todos los allí presentes, noté cómo todos escucharon mi respuesta en modo "Harlem shake" y cómo la situación cambiaba a partir de aquel comentario... ví los globos de pensamiento de algunos hombres en los que su mirada se aproximaba a mis nalgas, pero tb ví como aquella chica, víctima de una cesaria no múltiple se hacía cada vez más pequeña entre comentarios de tipo... "yo no sirvo para parir"


No lo sé, intuyo que es como un reflejo, esas cosas de la naturaleza que se combinan con tus cinco sentidos, un impulso que dura todo el embarazo y que provoca tal efecto que convierte tu día a día en una preparación de meses con el único objetivo de parir de forma natural...
Recuerdo los ruegos a mi matrona tras tres horas y media de dilatación completa, recuerdo que engañó a la ginecóloga que me ayudó a parir diciendo que ya estaba preparada a pesar de que el primer hijo se metía hacia adentro cuando dejaba de empujar... recuerdo esa obsesión.



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